MONOXIDO DE CARBONO, ASESINO SILENCIOSO

Año tras año, con la llegada de la época invernal, se registran numerosos casos de muerte por inhalación de monóxido de carbono. La mayoría de los hechos, ocurren por deficiencias en artefactos y/o negligencia en su instalación, pero lo más alarmante es que las distintas situaciones coinciden en un punto, estos accidentes suceden por desconocmiento.
Podría creerse que esta afirmación hace mas vulnerable a un sector de la sociedad, pero estadisticamente hablando, esta circunstancia no varía en relación con la condición social o el nivel cultural de la población, ya que en todos los estratos sociales se registran año a año, casos de muertes por causa de este asesino silencioso.
La combustión está formada por cuatro elementos a saber: combustible; calor; oxígeno y una reacción química en cadena, producto de la vinculación de estos tres elementos, que como manifestación, produce lo que se conoce con el nombre de llama.
Los materiales al quemarse, forman entre otras sustancias, con condiciones normales de oxígeno, dióxido de carbono (CO2).
Ahora bien, si la concentración de aire es insuficiente, la combustión se presenta pobre o incompleta, dando lugar a la formación de (CO), monóxido de carbono.


EL PORQUE DE SU PELIGROSIDAD.
A los gases utilizados por la población con fines energéticos, como el gas natural de red domiciliaria o el gas envasado, se les adiciona una sustancia odorizante, con el fin de que se perciba en forma organoléptica cualquier tipo de fuga; precisamente, el monóxido de carbono, gas producto de la combustión, tiene la característica de ser inodoro, incoloro e insípido, circunstancias que lo hacen imperceptible ante nuestros sentidos.
La toxicología forense lo define como un tipo de gas volátil que se transmite al organismo por vía inhalatoria y rápidamente se combina con la hemoglobina de la sangre (componente que transporta el oxígeno) para formar lo que se denomina carboxihemoglobina, a una velocidad 210 veces mayor que con el oxígeno.
De este modo arrebata rápidamente de la sangre el oxígeno que el cuerpo necesita, e impide simultáneamente que se eliminen los residuos de dióxido de carbono que normalmente la sangre lleva de nuevo a los pulmones en el proceso de circulación sanguinea.
A su vez, como producto de la carencia de oxígeno se genera un aumento en el ritmo respiratorio que ocasiona el agravamiento de la situación. Paralelamente la persona desarrolla una somnolencia que dificulta la comprensión de que se está intoxicando, lo que no le permite percibir la realidad del suceso que está viviendo.
Otro detalle importante, es que este gas tiene efecto acumulativo, y una vez ingresado al organismo su eliminación es dificultosa, lo que lleva a que si una persona inhala pequeñas dosis de este gas en un lapso de varios días puede llegar al denominado "umbral" peligroso para la vida, sin darse cuenta.

CUALES SON LOS SÍNTOMAS
En este tipo de intoxicación, los síntomas son:

• cefaleas o dolores de cabeza
• nauseas y vómitos

lógicamente, dada la naturaleza de estos síntomas, es sumamente común que los primeros sean atribuídos a otros factores como simples jaquecas, y los segundos a malestares digestivos, lo que lleva comunmente a la auto medicación, evitando la consulta a un médico.

De todos modos es necesario resaltar que son varios los factores que determinan la toxicidad del CO sobre el cuerpo humano, no solo el grado de concentración, sino también incide el tiempo de exposición al gas, el estado físico de la persona, la edad, los antecedentes cardíacos, entre otros.

De persistir las concentraciones elevadas se pueden presentar:

• visión borrosa
• confusión
• pérdida de conocimiento
• colapso de la víctima
• muerte.

es este uno de los motivos por los que los Bomberos en su labor profesional cotidiana entre otros elementos utilizan equipos de protección respiratoria para no ser presa del monóxido de carbono u otras sustancias nocivas para la salud que todo incendio emana, junto con lo que se conoce como humo.